Lagrimas de oro
Tú no tienes la culpa, mi amor, de tanto tiroteo.
Vas por la calle llorando
lagrimas de oro.
Vas por la calle brotando
lagrimas de oro.
Tú no tienes la culpa, mi amor, de tanto cachondeo.
Tú no tienes la culpa, mi amor, vamonos de jaleo.
Ahí por la calle llorando
lagrimas de oro.
Ahí por la calle brotando
lagrimas de oro.
[...]
(Lo que me decía todo el tiempo, "no te preocupes tanto de todo en ese mundo", pero no he podido terminar hasta hoy. Escuchando los propios pensamientos de Manu Chao lo hace sin duda más soportable...)